domingo, 14 de diciembre de 2014

OTOÑOS

las olas llegan
impredecibles
desde lejos
llegan
acarician
se van


siempre llegan
siempre acaricia
siempre
              se van

siempre




martes, 14 de octubre de 2014

DESCARGA IX: EL BLOQUEO, EL EMBARGO, LA JODA ESA...

Por corrección social, mínima educación, debía decir estoy harto de escuchar hablar del tema del embargo o bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba, pero eso sería un eufemismo, resultaría impreciso y al final poco honesto. La verdad es que estoy hasta el forro de los cojones de ese tema. Me aburre, me fastidia, me incomoda que se le de tanta importancia a un asunto que en verdad ya resulta intrascendente. Ni las dificultades económicas que atraviesan los cubanos de la isla se derivan del susodicho embargo o bloqueo (cada quien que nombre como le venga en ganas, pues sabemos de qué fenómeno hablamos) ni su existencia contribuye a la caída de los hermanos Castro. Perdón, Los hermanos Castro era una orquesta cubana de los años 50 buenísima, así que para hablar del clan que desde hace más de medio siglo gobierna a Cuba debo buscar otro termino. Y es una jodedera porque si digo Raúl Castro, pues la verdad es que no gobierna solo, si digo Fidel Castro, la verdad es que ya no maneja todo el poder, la solución sería decir “los hermanos” pero no, la orquesta no merece esa confusión.  Entonces voy a decir “El gobierno cubano”. Bueno decía que si en cincuenta años el embargo-bloqueo-joda-esa no ha asfixiado al gobierno cubano debe ser porque esa vaina “aprieta, pero no ahorca”.

Es más, uno ve al gobierno cubano muy cómodo con esa argolla. Que no hay comida, pues culpa del bloqueo, aunque a pesar del “bloqueo” Cuba al día de hoy compre un motón de comida en EU;  si no hay petróleo: el bloqueo. No funcionan los teléfonos: el bloqueo. Con esa situación justifican todo. Creo que sin un vecino tiene disfunción eréctil no faltará quien diga que es culpa del bloqueo. Es además una causa presentable ante el mundo. Que se reprima a las damas de blanco no es presentable, por eso no habla de las aviesas mujeres (“puñeteras” diría Israel, del duo Buena Fe) que desfilan con gladiolos, sino del bloqueo.

En la otra orilla defienden el “embargo” como si fuera un arma infalible, como si en 50 años hubiese logrado un solo objetivo. Lo defienden con pasión y con rabia. Razones tendrán. Pero en verdad no veo la trascendencia del tema en la vida de la Cuba de hoy. Lo repito, las vicisitudes que padecen los que viven en Cuba se deben a un modelo económico que no funciona, un modelo que no considera “la política como una expresión concentrada de la economía” como aseveraba Marx sino a la economía como “una expresión concentrada de la política” como practica Fidel. Del Cordón de la Habana a la Moringa, pasando por la zafra de los 10 millones y  Ubre Blanca hay una gruesa cadena de desaciertos.

En esencia, creo que el gobierno cubano sustenta su poder justificándose en “el enemigo” norteamericano y un grupo de cubanos tiene poder político en la Florida sustentándose en la oposición a Castro. En fin, hay un poco de políticos que mantienen su estatus con la polarización política y el bloqueo es un excelente instrumento de esa polarización. Con el cabrón embargo o bloqueo nos entretienen mientras ellos, los politiqueros (unos en La Habana y otros en La Florida) disfrutan el poder.

Ese tema, el bloqueo o embargo, es un asunto menor, que tiene “su física y su química”, pero no tanta enjundia ni tanta importancia como para que nos lo presenten sistemáticamente como un asunto trascendente para la nación. Es una manifestación más de la situación existente. No causa ni pilar. Por lo tanto no voy a tomarme en serio a nadie que venga a hablarme del tema. Estoy, ya lo dije, hasta el forro de los cojones de las distorsiones que el asunto arrastra.


martes, 2 de septiembre de 2014

Bolívar a través de Marx.

Antes de compartir este documento lo dude “diez veces diez”. Esa duda me llevó a preguntarme ¿Por qué lo quiero Antes de compartir este documento lo dude “diez veces diez”. Esa duda me llevó a preguntarme ¿Por qué lo quiero compartir? La respuesta que me doy es que de la misma manera que fue interesante para mí conocerlo puede serlo para otras personas. Es, sin dudas, un documento singular, una curiosidad. Una biografía de Simón Bolívar escrita por Carlos Marx  que tenga disparates notorios es algo bien particular.  ¿Por qué la duda entonces? Pues porque las figuras de Carlos Marx y Simón Bolívar son herramientas usadas en el debate político contemporáneo y como tales tienen defensores necios y detractores necios, capaces de volver desagradable cualquier intercambio de información.
Si fueran otros tiempos me echaría la fotocopia bajo el brazo y me iría para la Casa del Te a compartir la novedad con los amigos. Bueno en esa época de la casa del té una fotocopia era algo exótico. Y además esa época ya no existe, ahora hago el té yo mismo y  nos encontramos en Facebook, si es que eso que hacemos por Facebook puede llamarse encuentro. Por eso la publico por aquí.
“Todos los investigadores tenemos algún libro malo, que hicimos por que necesitábamos  el dinero que nos iban a pagar. Este es el texto chimbo de Marx” – me dijo el amigo que me regaló la fotocopia del documento y soltó la carcajada. Y me contó su interpretación del asunto: cuando Estados Unidos quiso hacer su enciclopedia (toda potencia mundial la tenía: Inglaterra, Francia) contrató a Marx para hacer la biografía de Bolívar por recomendación de quien sabe quién, tal vez algún amigo que sabía que Marx andaba con dificultades económicas. Como fuentes de información Marx tomo a unos ingleses que habían estado por América intentando ser parte de la guerra de independencia y tuvieron diferencias con Bolívar, por lo que regresaron a Europa y escribieron pestes de él. Al final Marx los cita como referencia.
El resultado es un documento con disparates protuberantes, a veces cómicos por lo absurdo, que puede ser las delicias de una tarde de tertulia. O puede ser el pretexto perfecto para que un apasionado marxista o antimarxista se desahogue.compartir? La respuesta que me doy es que de la misma manera que fue interesante para mí conocerlo puede serlo para otras personas. Es, sin dudas, un documento singular, una curiosidad. Una biografía de Simón Bolívar escrita por Carlos Marx  que tenga disparates notorios es algo bien particular.  ¿Por qué la duda entonces? Pues porque las figuras de Carlos Marx y Simón Bolívar son herramientas usadas en el debate político contemporáneo y como tales tienen defensores necios y detractores necios, capaces de volver desagradable cualquier tertulia amable.
Si fueran otros tiempos me echaría la fotocopia bajo el brazo y me iría para la Casa del Te a compartir la novedad con los amigos. Bueno en esa época de la casa del té una fotocopia era algo exótico. Y además esa época ya no existe, ahora hago el té yo mismo y  nos encontramos en Facebook, si es que eso que hacemos por Facebook puede llamarse encuentro. Por eso la publico por aquí.
“Todos los investigadores tenemos algún libro malo, que hicimos por que necesitábamos  el dinero que nos iban a pagar. Este es el texto chimbo de Marx” – me dijo el amigo que me regaló la fotocopia del documento y soltó la carcajada. Y me contó su interpretación del asunto: cuando Estados Unidos quiso hacer su enciclopedia (toda potencia mundial la tenía: Inglaterra, Francia) contrató a Marx para hacer la biografía de Bolívar por recomendación de quien sabe quién, tal vez algún amigo que sabía que Marx andaba con dificultades económicas. Como fuentes de información Marx tomo a unos ingleses que habían estado por América intentando ser parte de la guerra de independencia y tuvieron diferencias con Bolívar, por lo que regresaron a Europa y escribieron pestes de él. Al final Marx los cita como referencia.
El resultado es un documento con disparates protuberantes, a veces cómicos por lo absurdo, que puede ser las delicias de una tarde de tertulia. O puede ser el pretexto perfecto para que un apasionado marxista o antimarxista se desahogue.

sábado, 31 de mayo de 2014

La campaña electoral colombiana.


Se equivoca Carlos Alberto Montaner cuando considera que los dos errores del presidente  de Colombia Juan Manuel Santos que lo tienen en riesgo de perder las elecciones para ejercer un segundo periodo de gobierno son: 1-Enfrentarse a Álvaro Uribe. 2- Apostar todo su capital político a los diálogos de paz con las FARC. La verdad es que errores ha cometido muchos en la presente campaña electoral el actual presidente de los colombianos que aspira a su reelección, pero esos dos que se le señalan son tal vez sus principales aciertos políticos, a pesar de que sin dudas implican un costo electoral. Distanciarse de los modos de expresidente Uribe (que no de las políticas, porque han sido muy similares) le ha significado a Santos una pérdida de un considerable caudal de votos, pero ha sido una acción que ha mejorado el ambiente de tolerancia, respeto e institucionalidad en el país.

Santos no es carismático ni genera confianza. Tienen un talante conciliador que en una cultura machista se aprecia como una debilidad. Le dio un pésimo manejo al paro agrario, llegando incluso a negar su existencia. No ha confrontado decididamente la campaña negativa que su ex socio le ha hecho y ha tenido una gerencia de la campaña electoral débil. Santos no es en resumen un buen candidato ni ha manejado brillantemente su campaña. En eso razones hay para desconfiar de sus posibilidades de triunfar.

Es cierto que Uribe encarna la rabia que las FARC han cultivado en el corazón de muchos colombianos con sus violaciones a los derechos humanos. También hay rabia en el corazón de infinidad de colombianos que han sufridos las violencias ejercidas por agentes del estado o por criminales vinculados a estos. Dolor  hay mucho en la sociedad colombiana, porque son muchas fuentes que lo producen.  Uribe hace política apelando a sentimientos que nacen de ese dolor como la rabia, el miedo y la venganza. En un país que lleva (solo por hablar del último ciclo que comenzó con el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán) más de 50 años en una guerra bárbara, saturada de todas las degradaciones, es normal que haya sembradas en el conjunto de la sociedad esas emociones. Un líder sagaz y carismático es capaz de sacarlas a flote y aprovecharse de ellas políticamente. Conocer la psicología colectiva y hacer uso de eso para acceder y preservar el poder es algo frecuente. Lo han hecho, por poner dos ejemplos notorios, Adolf Hitler y Fidel Castro, con las consecuencias terribles  para los pueblos que  caen en esa trampa.

El porcentaje de abstención superior al 60% nos habla de un mayoritario descreimiento de los colombianos hacia la política y los políticos en contienda. Contribuye a ello el ambiente de guerra sucia, polarización y mentiras que ha prevalecido en la actual campaña. Los sistemáticos ataques de Álvaro Uribe a todas las instituciones que se niegan a actuar según sus designios, como ha ocurrido con la corte suprema de justicia y la fiscalía, le han hecho un grave daño al respeto a la institucionalidad del país. Los ejemplos que da un caudillo carismático ejercen un gran impacto. En este caso, el impacto es de signo negativo y cae sobre una institucionalidad ya erosionada por un largo historial de fragilidades.

Apostarle a la paz tiene un costo político porque hay poderosos beneficiarios de la guerra que harán toda la resistencia posible. Así suene a frase de cajón la paz tiene enemigos y no son enemigos pequeños. Basta leer la prensa para encontrar evidencias de esto. Pero la guerra consume valiosos recursos económicos, genera `problemas sociales gravísimos, como el desplazamiento forzado y acaba con miles de vidas humanas. La apuesta de Juan Manuel Santos por lograr un acuerdo de paz con las FARC no una mera estrategia electoral, es un sueño de país. De hecho quien convirtió este tema en centro del debate electoral fue precisamente Uribe al atacarlo frontalmente desde el primero día. Ahora, en la segunda vuelta, ante las evidentes simpatías que gana el proceso de paz, resulta que el candidato Zuluaga se contradice con su discurso anterior y afirma que el también es partidario de la paz, es decir trata de apropiarse del tema.

Esta campaña que  presenciamos en Colombia ha sido mediocre y mezquina, falta de propuestas y llena de insultos por parte de los líderes del grupo Uribista,  ha sido también una contienda que nos muestra que esas estrategias que apelan a lo peor del ser humano funcionan. Una elección como esta nos hace dudar de la viabilidad de la democracia y pone una perspectiva oscura sobre la palabra futuro. 

martes, 8 de abril de 2014

DESCARGA IX: Despedidas y reencuentros.

DESCARGA: La “descarga” es una expresión espontanea, informal, un desahogo, un dejar  fluir emociones o ideas.

Foto de Jorge Bonet
En verdad no volveremos a encontrarnos. Es imposible. Ya somos otros. Más lúcidos, más necios, más gordos, más viejos, más intolerantes, más generosos, mas calvos, mas algo, más otros.  Tenemos otros sabores, otras nostalgias, otros miedos, otras audacias, otros recuerdos, otras ansias y en fin otra vida. Podremos encontrarnos, pero no reencontrarnos. Podemos compartir pero no revivir. Los momentos perdidos ya lo estarán eternamente. Los momentos vividos serán para siempre  nuestra vida. No hay “remake”, no hay “deshacer”, la suerte está echada. Siempre fue así, pero entonces éramos necios y nos creíamos eternos, podíamos con todo, los dioses nos quedaban pendejos. Estuvo bueno eso.

No voy, muchacha, a buscar tu piel fresca, aquella mirada llena de candor. Voy aceptarte como vengas, voy a abrazar la amiga que será, no la que fue, aquella se escapó por la rendija de los días, por el delirio de los instantes. Habrá que descubrirte. No trates de guardar imagen porque no hay imagen. No trates de mostrarte pudorosa porque no hay pudor. Llegarás y habrá que descubrirte.

Hermanos de entonces, no se esfuercen, solo aparezcan; con ustedes llegará el resplandor de lo que fuimos y el chorro de vida en que aun andamos, cada cual con su chorro, seamos sinceros: cada ser con sus fantasmas y sus ganas, cada quien con sus deudas y fracasos, cada cual con sus encantos y su gloria, cada quien con cada quien, así de simple. Si nos desencontramos en el andar de los días ya no importa. En alguna mesa compartimos un té, en alguna esquina compartimos un sueño, en alguna tarde miramos el mismo mar. Y más discretamente, alguna ocasión, compartimos la misma muchacha o ella nos compartió, quien sabe.

No hay nostalgia sino vestigios. Esto que somos tiene de aquellas calles, de aquellos días, de aquellos sueños y lo más simpático es que habrá un mañana donde gravitará esta distancia. Hoy somos la distancia que mañana será otra cosa. Quién sabe qué centrífuga de vida nos disparó por el mundo (creo que más allá del viejo y de su barba, había en nosotros un afán de perdernos y encontrarnos), quien sabe que destino estaba escrito para que pudiéramos deshacernos y rearmarnos.


A todos, en la medida y en la forma  de cada quien, un abrazo. No de reencuentro ni de despedida, un abrazo, uno porque si y punto.  

lunes, 7 de abril de 2014

POEMAS DE ESPERANZA MEJÍA


Esperanza Mejía. Poetisa nacida en Tuluá, Valle del Cauca, Colombia. Ha publicado "Balada del que espera", "Casa de agua" y "Persistencia de la vigilia"(este en unión con los poetas Norman Muñoz, J J Guzman y Edgar Hernan Ramirez)








Dame.

Dame ese tu silencio de crisálida
Y háblame del verdor de  los mirtos
Envuélveme en tu aroma de musgo
Dame tu voz doliente
Y el camino que aras
Para cultivar mariposas
Y amapolas



Haiku VI

Esperé cada día
En la estación
Aun sigo allí

Retazos

Nos vamos jugando
La vida a  retazos
Colmando las alas de espinas
Midiendo cada paso frente
a la caja del mago
Que nunca te dirá de dónde sacó
Las palomas y los conejitos blancos

sábado, 5 de abril de 2014

DESCARGA VIII: EN PRIMERA PERSONA DEL SINGULAR

DESCARGA: La “descarga” es una expresión espontanea, informal, un desahogo, un dejar fluir emociones o ideas.

Imagen tomada de internet
Estoy cansado de que traten de definirme con la etiqueta de castrista o anticastrista, como si Castro fuera el definidor de mi vida. Soy acastrista. El prefijo a significa privación, carente de según cualquier manual de gramática. Es decir me declaro privado, carente de amor o desamor al castrismo. “Quiere quedar bien con todos” dirán algunos. “Indefinido” dirán otros. Nada más alejado de la verdad. Cuando uno asume una posición así queda mal con todos los apasionados en el asunto y por otro lado es una posición claramente definida. Digamos que esta no es una buena ruta para obtener aceptación social, pero es un buen antídoto contra la manipulación de los devotos de cualquiera de las tendencias que tal vez no sean tantos, pero son insoportables.

Quiero mirarme como cubano, sin etiquetas y encontrarme con los otros cubanos así, libremente, sin la talanquera que nos ponen las maricaditas ideológicas. Porque las ideologías están hechas de palabras y las palabras suelen ser confusas. Quiero mirar a la gente y a sus actos, sin importar como ellos valoren determinados hechos de la historia o circunstancias políticas, sin que importe como el  otro interprete y desee al mundo. Eso, que se supone un ideal de libertad, en la práctica está muy mal mirado. Hay demasiados que se sienten ofendidos si uno no recita su dogma de fe.

Así, con ese desapego, con esa libertad, el ejercicio de pensar es más sano, el ejercicio de vivir es mas edificante, el ejercicio de apostar y acertar o equivocarse (exactamente eso es la vida: tomar decisiones a riesgo) es menos angustiante. Así puede uno sostener la coherencia de aplaudir lo que considere bien hecho sin importar quien lo haga o de censurar lo que considere mal hecho sin importar quien lo haga. Repito, sin importar quien lo haga.


Por eso me involucro en las causas en  que creo, durante el tiempo que creo en ella o en las acciones que entiendo valederas y dejo de hacerlo cuando me parece lo contrario. Cuando no entiendo algo o no estoy convencido de su utilidad me doy la libertad de abstenerme. En verdad nadie es, todo el mundo deviene, pero se entiende más fácil la noción de ser, así, como si fuera eterno, infinito. Aceptando esa imprecisión digo: Así soy.  Lo que cada cual piense de eso en verdad no es asunto mío.