sábado, 5 de abril de 2014

DESCARGA VIII: EN PRIMERA PERSONA DEL SINGULAR

DESCARGA: La “descarga” es una expresión espontanea, informal, un desahogo, un dejar fluir emociones o ideas.

Imagen tomada de internet
Estoy cansado de que traten de definirme con la etiqueta de castrista o anticastrista, como si Castro fuera el definidor de mi vida. Soy acastrista. El prefijo a significa privación, carente de según cualquier manual de gramática. Es decir me declaro privado, carente de amor o desamor al castrismo. “Quiere quedar bien con todos” dirán algunos. “Indefinido” dirán otros. Nada más alejado de la verdad. Cuando uno asume una posición así queda mal con todos los apasionados en el asunto y por otro lado es una posición claramente definida. Digamos que esta no es una buena ruta para obtener aceptación social, pero es un buen antídoto contra la manipulación de los devotos de cualquiera de las tendencias que tal vez no sean tantos, pero son insoportables.

Quiero mirarme como cubano, sin etiquetas y encontrarme con los otros cubanos así, libremente, sin la talanquera que nos ponen las maricaditas ideológicas. Porque las ideologías están hechas de palabras y las palabras suelen ser confusas. Quiero mirar a la gente y a sus actos, sin importar como ellos valoren determinados hechos de la historia o circunstancias políticas, sin que importe como el  otro interprete y desee al mundo. Eso, que se supone un ideal de libertad, en la práctica está muy mal mirado. Hay demasiados que se sienten ofendidos si uno no recita su dogma de fe.

Así, con ese desapego, con esa libertad, el ejercicio de pensar es más sano, el ejercicio de vivir es mas edificante, el ejercicio de apostar y acertar o equivocarse (exactamente eso es la vida: tomar decisiones a riesgo) es menos angustiante. Así puede uno sostener la coherencia de aplaudir lo que considere bien hecho sin importar quien lo haga o de censurar lo que considere mal hecho sin importar quien lo haga. Repito, sin importar quien lo haga.


Por eso me involucro en las causas en  que creo, durante el tiempo que creo en ella o en las acciones que entiendo valederas y dejo de hacerlo cuando me parece lo contrario. Cuando no entiendo algo o no estoy convencido de su utilidad me doy la libertad de abstenerme. En verdad nadie es, todo el mundo deviene, pero se entiende más fácil la noción de ser, así, como si fuera eterno, infinito. Aceptando esa imprecisión digo: Así soy.  Lo que cada cual piense de eso en verdad no es asunto mío.

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